Finalizados mis estudios y con mi “primer gran encargo” regreso a mi ciudad natal donde monto un pequeño taller de cerámica y comienzo mi aventura artístico/profesional…
En 2004, decido volver a Barcelona. Allí, comparto taller con otras dos ceramistas y comienzo a cursar estudios de vidrio y joyería. En ese periodo de tiempo, comprendo lo importante que es trabajar con personas de espíritu creativo que sin imposición ni pretensión te hacen comprender tu valía y tu capacidad.
En 2007, una vez más mi vocación inquieta me hace volver a preparar las maletas, esta vez destino Roma, donde empiezo a trabajar en un gran taller de joyería y amplío enormemente mis conocimientos.
Un año más tarde, en septiembre de 2008, decido volver a Almería para montar nuevamente mi propio taller y desarrollar todo lo aprendido en mis viajes, pero la vida me tiene reservada una “desagradable sorpresa”. En 2011 enfermo y debo dejar de trabajar durante casi dos años… En ese momento no soy consciente pero mi idea de trabajo actual empieza a forjarse al mezclarse los recuerdos de todo lo aprendido y vivido, formando una idea abstracta de la que empiezo a tomar pequeñas notas. Siento que es algo importante y bueno.
Apenas superada la enfermedad y con el sabor agridulce de tener que reconstruirlo todo, en 2013 vuelvo a hacer las maletas, destino, Modena. Allí aprendo a trabajar sin recursos, utilizando materiales de deshecho, recortes de metal, de tejidos… empiezo de cero pero con un entusiasmo y un trabajo tan grande que conquistan a un diseñador local con el que colaboro desde septiembre de 2013.
El hecho de comprobar como se puede reconstruir una vida, de experimentar como es posible crear algo sin recursos o con estos muy limitados, han despertado en mi la necesidad de abstraer mi visión de la realidad, de volver a mis origenes más puros añadiendo pequeños matices o guiños de las técnicas y materiales trabajados a lo largo de los años para crear algo más que joyas... ilusiones
